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Niveles de dominio
- Imagen: anna maría lópez lópez -
Los nombres de dominio son las direcciones de Internet que permiten
acceder a un sitio web al teclearlo en el navegador. Detrás de ellos se
encuentran las DNS (Domain Name System), que vienen a ser un sistema de
correspondencias numéricas, algo así como unos identificadores de
dominios. Este sistema consiste en una base de datos distribuida cuyo
cometido es el de recopilar las direcciones IP de cada servidor web y
asignarles un nombre de dominio. Es decir, cuando un usuario escribe
"www.consumer.es", los servidores DNS se encargan de apuntar hacia la
IP del servidor 67.215.65.132. De esta forma, los usuarios pueden
recordar de forma más sencilla una dirección de Internet.
Los nombres de dominios tienen diferentes tipos de extensiones, dependiendo del tipo de contenido que aloja o del país. Los dominios terminados en “.com”, “.net” y “.org” se llaman dominios genéricos de primer nivel, y son los más utilizados. En particular los “.com”. En un principio, estas extensiones se crearon para actividades especificas del tipo comercial o bien proyectos en red y sin ánimo de lucro, pero ahora se utilizan para cualquier tipo de proyecto debido a la escasez de los mismos.
Estas extensiones se crearon para actividades especificas del tipo comercial o bien proyectos en red y sin ánimo de lucro, pero ahora se utilizan para cualquier tipo de proyecto
En un segundo nivel se encuentran los dominios territoriales como “.es” para España, “.fr” en Francia o “.pt “para Portugal. Estos dominios son interesantes para entidades y empresas locales y cada uno de ellos está gestionado por un organismo local. En España, los dominios “.es” son gestionados por la entidad pública Red.es a través de ESNIC. Estos organismos son los encargados de acreditar a los agentes registradores, es decir, a las compañías donde los usuarios y las empresas pueden acudir para tramitar la compra o renovación de un nombre de dominio.
Cada uno de los organismos locales encargados de la gestión de los nombres de dominios de un país establece las condiciones de acceso y tarifas de los mismos. En España, durante muchos años, los dominios “.es” no tenían una gran aceptación debido a su elevado precio respecto a dominios genéricos de primer nivel y a las condiciones impuestas en su tramitación. Sin embargo, después de realizarse una simplificación de trámites y la subsiguiente bajada de precios, el pasado verano los dominios “.es” alcanzaron la cifra de un millón de dominios registrados.
En un tercer nivel, se encuentran los dominios del tipo “.com.es” o “.nom.es”. Estos dominios tienen la ventaja de tener un precio más económico, por tanto son una opción recomendable para usuarios particulares que necesiten tener un nombre en Internet.
Elegir un nombre de dominio
En el momento de registrar un nombre de dominio, elegir la palabra o combinación de éstas es la primera acción que deben realizar los usuarios. Sin embargo, las principales palabras en los idiomas más extendidos en el mundo están registradas desde hace años. La falta de palabras o buenas combinaciones es uno de los problemas a la hora de registrar un dominio. Así se puede ver con los dominios “.com”, donde todas las combinaciones posibles de tres letras están registradas desde hace años. Existe, sin embargo, un mercado de compra-venta de dominios donde los usuarios y empresas pueden acudir a adquirir al precio estipulado por sus dueños dominios ya registrados. Uno de los sitios más conocidos es Sedo.com.
Esta actividad, en ocasiones especulativa, se basa en registrar palabras relacionadas con diferentes sectores, como el ocio, el turismo o el juego, que pueden ser de especial relevancia a la hora de crear una actividad empresarial en Internet. Las palabras genéricas, como nombres y adjetivos, relacionadas con una actividad concreta, son las más demandadas ya que son las primeras que los internautas usan en los buscadores.
Debido a la falta de nombres de dominios en las extensiones más utilizadas y para fomentar la creación de dominios personalizados, ICAAN, el organismo encargado del control de los nombres de dominios, ha liberalizado su uso. A partir de 2010, las compañías e instituciones que cumplan una serie de requisitos podrán solicitar la creación de extensiones de dominios asociadas a sus marcas. De esta forma, empresas como Google o Apple, podrían tener, si así lo decidieran, extensiones como “.google” o “.apple”.
Registrar un dominio
La recomendación principal es ir directamente a la web de un agente registrador de confianza para buscar nombres de dominios libres y proceder a su registro. Estas empresas no sólo ofrecen el servicio de registro de dominios, sino que también disponen de planes de alojamiento, cuentas de correo asociadas, etc. Para los dominios “.es”, ESNIC dispone de un listado de agentes registradores donde acudir. También existen servicios on line que facilitan la comprobación de nombres en diferentes extensiones de dominios mientras se va tecleando, como la web Instant Domain Search.
Cuando se registra un nombre de dominio, éste debe ser renovado mediante el pago de una cuota, de forma periódica
Cuando se registra un nombre de dominio, éste debe ser renovado mediante el pago de una cuota, de forma periódica. El periodo mínimo es de un año, aunque se pueden renovar por más años. La renovación se suele realizar entre 60 y 30 días antes de la fecha de finalización del contrato. Normalmente, las empresas registradoras envían un correo electrónico automatizado de aviso, pero es recomendable apuntar la fecha en un calendario por si esto no sucediera.
Para registrar un nombre es importante leer la letra pequeña de estos servicios, ya que en el pasado algunos registradores fueron acusados de registrar automáticamente aquellos nombres de dominios libres que buscaban en sus sistemas los usuarios que no terminaban el proceso de registro con ellos.
Otras recomendaciones
El titular del nombre es el que aparezca como dueño en los datos del dominio. Por este motivo, es imprescindible que estos datos sean los del usuario o empresa, ya que en caso de conflicto, un dominio registrado con nombre falso puede ser fácilmente cancelado.
Es imprescindible que los datos sean los del usuario, ya que en caso de conflicto, un dominio registrado con nombre falso puede ser fácilmente cancelado
Es recomendable que el agente registrador disponga de una plataforma on line para la gestión del dominio, de esta manera los usuarios pueden actualizar o modificar los datos del mismo sin necesidad que estos trámites sean realizados únicamente por el registrador. Además, la atención al cliente es otro de los aspectos a tener en cuenta. No es lo mismo contactar con una empresa establecida en el mismo país del usuario que otra ubicada en un horario e idioma diferente.
Los precios de los nombres dominio varían de un registrador a otro, que suelen utilizar ofertas agresivas, e incluso, ofrecer dominios de forma gratuita. Sin embargo, estas ofertas incluyen gastos no visibles a priori asociados a la compra o incluso un precio muy superior al de la competencia en el momento de renovarlo. También se han dado casos, en ofertas gratuitas de registro, donde el titular del dominio registrado por el usuario es la propia empresa registradora.
Alojamiento de dominios
Una vez registrado un nombre de dominio, para poder utilizarlo asociado a un sistema de alojamiento de la página, es necesario redirigir el dominio a dicha plataforma. Normalmente hay que indicar en los datos de gestión del dominio la DNS del servidor web de alojamiento (conocido como “hosting”, en inglés). Estos datos debe facilitarlos la empresa o el servicio de alojamiento utilizado.
Algunas plataformas gratuitas de alojamientos de páginas web, como el sistema de blogs Blogger o Tumblr, disponen de un servicio para que los usuarios puedan redireccionar un nombre de dominio a la dirección web creada para el blog. En la red, existen diferentes tutoriales que sirven de pistas para ayudar a los usuarios a realizar estos cambios.
Una opción recomendable para comenzar es utilizar un servicio de alojamiento en un servidor compartido
En el caso de optar por un servicio de alojamiento de pago, es necesario pensar de antemano el tipo de página web que se va a alojar, así como sus requisitos técnicos, como que tenga soporte para base de datos como MYSQL e interprete lenguajes de programación como PHP y Perl. Una opción recomendable para comenzar es utilizar un servicio de alojamiento en un servidor compartido con otros clientes. De esta forma, los recursos de la máquina se dividen entre las páginas alojadas. Esta solución es útil para páginas web que no necesiten un alto consumo de recursos y tengan una media entre 50 y 5.000 visitas diarias.
Para proyectos web con una mayor cantidad de visitas, o que
necesiten configuraciones personalizadas o un alto número de recursos
disponibles, la opción natural es alquilar un servidor dedicado. En
función del tipo de hardware, requerimientos y conectividad, su precio
puede variar, ya que estos servicios están pensados para usos
profesionales.
Vía Consumer.
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