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Valery Yarynich, coronel retirado del ejercito ruso ha confirmado lo que se temía, la máquina del juicio final rusa sigue activa. Este coronel fue el encargado en 1985 de modernizar el ingenio construido en plena guerra fría y cuyo objetivo es desencadenar un infierno nuclear sobre la tierra si un ataque atómico masivo es detectado sobre suelo ruso y no queda nadie con vida para contraatacar. El ingenio, autónomo y con múltiples sensores es capaz de lanzar un ataque termonuclear de tal magnitud que arrasaría el planeta. "[la estrategia Reagan funcionó]. Moscú cree que el nuevo liderazgo de EE.UU. estaba listo para librar una guerra nuclear. Pero los soviéticos también se convencieron de que los EE.UU. estaban dispuesto a iniciar una guerra nuclear. ... Unos meses más tarde, Reagan anunció que los EE.UU. iban a desarrollar un escudo de rayos láser y armas nucleares en el espacio para defenderse de las ojivas soviéticas. ... Entonces Moscú, creó lo que llamó "la estrella de la muerte" -nombre en clave Perimetro-  -y confirmó que los EE.UU. estaban planificando un ataque. ... Al garantizar que Moscú podría devolver el golpe, "el perímetro" -como se llamaba el arma de respuesta- fue en realidad concebida para hacer subir en el escalafón a algún demasiado ansioso jefe militar o civil soviético, garantizando lanzar los misiles tras una crisis -incluso aun cuando nadie quedara vivo-. El punto, [informante] dice, era "para enfriar todos estos exaltados y extremistas. No importa lo que sucediera, aún habría venganza. Las personas que nos atacaron serían castigados "."

Enlace: http://www.wired.com/politics/security/magazine/17-10/mf_deadhand?currentPage=all

Vía Slashdot.