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Los investigadores de Silicon Valley están atacando a chupasangres que vuelan en el condado de Fresno en California. Es la primera salva en una guerra improbable para el padre de Google Alphabet: erradicar las enfermedades transmitidas por mosquitos en todo el mundo . Una furgoneta Mercedes de alta gama blanca serpentea a través de la expansión suburbana y los centros comerciales, mientras un enjambre de mosquitos Aedes aegypti machos salen disparados de un tubo de plástico negro en la ventana del lado del pasajero. Estas plagas son pequeñas y, con una envergadura de unos pocos milímetros, casi invisibles. "¿Escuchas ese pequeño sonido de golpes?" dice Kathleen Parkes, portavoz de Verily Life Sciences, una unidad de Alphabet. Está arrastrando la furgoneta en su coche, bajando las ventanas. "Como un duh-duh-duh? Esa es la liberación de los mosquitos".

Jacob Crawford, un científico de Verily que viaja con Parkes, comienza a describir una técnica de control de mosquitos con un potencial deslumbrante. Estos bichos en particular, explica, fueron criados en el entorno de alta tecnología del sistema automatizado de cría de mosquitos de Verily, a 200 millas de distancia, en el sur de San Francisco. Fueron infectados con Wolbachia, una bacteria común. Cuando esos 80,000 infectados con Wolbachia criados en el laboratorio, los mosquitos machos se aparean con sus hembras homólogas en la naturaleza, el resultado es una aniquilación sigilosa: la descendencia nunca eclosiona. Mejor hacer eso 79.999. "Uno acaba de golpear el parabrisas", dice Crawford. La erradicación de enfermedades transmitidas por mosquitos es algo serio para Alphabet, aunque es solo una de las muchas incursiones de la compañía en el cuidado de la salud y las ciencias de la vida.