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Un artículo del New Yorker: En definitiva, el iPhone 16 no mejora significativamente la experiencia que tuve con el 12, además de, tal vez, cargar con un USB-C, como lo hace mi computadora portátil, lo que reduce la cantidad de cables que tengo que controlar. En cambio, los mayores avances en el hardware de Apple están dirigidos en gran medida a esos usuarios de nicho que ya están interesados ​​en el uso de herramientas como la inteligencia artificial y la realidad virtual. La compañía ha anunciado que, dentro de un mes aproximadamente, los nuevos teléfonos podrán operar su sistema patentado de inteligencia artificial, lo que significa que los usuarios pronto podrán confiar en la IA para realizar tareas personales diarias, como navegar por sus calendarios o responder correos electrónicos. Los 15 y 16 Pro pueden tomar fotos tridimensionales, diseñadas para VR, utilizando Apple Vision Pro. Hasta ahora, no uso herramientas de IA o VR con ninguna frecuencia y no tengo intención de hacerlo en mi iPhone.

El hecho de que no necesite un iPhone 16 es un testimonio no tanto del fracaso del iPhone como de su rotundo éxito. En los últimos años, gran parte del software digital del que dependemos ha empeorado para los usuarios; el iPhone, en cambio, se ha vuelto tan bueno que es difícil imaginar algo que no sean mejoras graduales. La estrategia teleológica de diseño de teléfonos de Apple puede haber llegado simplemente a su punto final, de la misma manera que la evolución en la naturaleza ha dado lugar repetidamente a una especie optimizada de cangrejo. Mientras tanto, otras empresas tecnológicas están adoptando cambios radicales en el diseño de teléfonos. Samsung ofrece dispositivos que se pliegan por la mitad, creando una pantalla más pequeña que es útil para tareas menores, como enviar mensajes de texto, y una más grande para ver videos; Huawei está subiendo la apuesta con tres pliegues. El BOOX Palma se ha convertido en un éxito sorpresa como dispositivo tipo teléfono inteligente con una pantalla de tinta electrónica, similar al Kindle de Amazon, que utiliza píxeles físicos en su pantalla. Los teléfonos tontos también están ganando popularidad al hacer menos intencionalmente. Los dispositivos de Apple, en cambio, siguen siendo lo suficientemente eficaces como para permitirse el lujo de ser algo estáticos.

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