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Seguramente, en algún momento de nuestra vida nos hayamos planteado crear una empresa. Sin embargo, en ese momento las dudas inundan nuestra cabeza ya que, como podemos imaginar, existen muchos tipos de empresas diferentes y probablemente no estemos demasiado informados sobre cada uno de ellos.

Así pues, veamos qué tipos de empresa existen en la actualidad, y por ende, qué empresas podemos crear. Si obtenemos más información sobre cada tipo, sabremos qué es lo que más nos conviene y podremos sacar el máximo partido a nuestra nueva empresa. De modo que, ¡vamos allá!

En primer lugar, es preciso mencionar que toda empresa ha de ser creada bajo un marco legal. En el primer puesto tenemos a los autónomos. El autónomo es una persona física que lleva a cabo el trabajo o actividad económica que es de su especialidad. Este podrá dar trabajo a más gente que puede contratar, o trabajar simplemente por su cuenta, de forma individual.

En segundo lugar, encontramos la sociedad limitada. Esta sociedad consiste en una sociedad de carácter mercantil en la que las participaciones sociales cuentan con la división del respectivo capital social. Los socios no han de responder de forma obligatoria a las deudas sociales.

Esta parece ser una muy buena idea para emprender con una empresa nueva, o para montar empresa de limpieza, una de las ideas más llamativas en los últimos años. El capital mínimo debe ser superior a 3.000 euros para abrir una empresa como esta. Además, la responsabilidad estará limitada, según el capital que cada socio ha aportado inicialmente.

En el tercer puesto encontramos la sociedad limitada de formacion sucesiva. Esta, también resulta ser una sociedad de carácter mercantil, muy similar a la que acabamos de explicar en los párrafos anteriores. No hay un capital mínimo establecido, pero hasta alcanzar los 3.000 primeros euros, se debe destinar al menos un 20% del beneficio del ejercicio a conseguir esta cifra requerida.

Si continuamos indagando en el mundo empresarial nos toparemos con el cuarto tipo de empresa, la cual es llamada sociedad limitada temporal. En este caso, la mayoría del capital social pertenece a los trabajadores de dicha empresa, quienes prestan servicios retribuidos.

Las principales características de este tipo de empresa son, en rasgos generales, tener al menos 3.000 euros para comenzar, tener la responsabilidad limitada al capital aportado por cada uno de los socios, y fiscalmente hablando, ha de contar con el impuesto sobre sociedades.

En el quinto puesto encontramos el emprendedor de responsabilidad limitada, siendo éste una persona física que, con una responsabilidad limitada bajo ciertas condiciones, realiza por su propia cuenta un ejercicio económico, pudiendo dar también ocupación laboral a más empleados, o no.

Para ello, no existe un capital mínimo legal, y la vivienda habitual del emprendedor no estará incluida dentro de los bienes con los que puede responder a lo que entra en su responsabilidad empresarial, siempre y cuando dicha vivienda no supere los 300.000 euros.

Finalmente, encontramos la comunidad de bienes, lo cual consiste en un contrato que establece que cierta propiedad pertenece a varias personas. Para poder crear, este tipo de empresa, se exige un mínimo de dos socios, quienes deben responder con todos sus bienes.