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"El gobierno chino ha subvencionado durante mucho tiempo a los fabricantes de automóviles con el objetivo de convertirse en un importante exportador de automóviles", señala el New York Times . Pero esta semana informó sobre docenas de concesionarios en todo México que ahora están vendiendo vehículos eléctricos fabricados en China, diciendo que podría ser "una amenaza potencialmente grave para la industria automotriz norteamericana".

Un empleado dijo que su concesionaria "vendía automóviles tan rápido como llegaban de China", incluido "un pequeño pero potente compacto eléctrico de cuatro puertas que cuesta alrededor de $ 18,000".Los fabricantes de automóviles chinos tienen vetada la entrada a Estados Unidos debido a aranceles que duplican el precio de venta de los vehículos importados de China, y aún no fabrican en México una cantidad significativa de vehículos que puedan exportarse al otro lado de la frontera. Pero su ambición de expandirse al exterior se ve claramente en México y en toda América Latina, Asia, Europa y África. Hay anuncios de marcas chinas en aeropuertos y estadios de fútbol y en grandes vallas publicitarias en las calles de Ciudad de México. Los autos chinos, tanto los modelos de gasolina como los eléctricos, son una imagen cada vez más común.

BYD y otras empresas también están buscando lugares para construir fábricas en México, aunque ninguna ha anunciado planes en firme. Inicialmente, las plantas atenderían a América Latina, como parte de una campaña de los fabricantes de automóviles chinos para erosionar el dominio de los fabricantes de automóviles japoneses, estadounidenses y europeos en lugares como Brasil y Tailandia.

Pero no hay duda de que, con el tiempo, los fabricantes de automóviles chinos esperan utilizar a México como rampa de acceso a Estados Unidos.

Uno de los distribuidores de vehículos eléctricos de México le sugirió al Times que "quizás el próximo año BYD pueda entrar a Estados Unidos". Y agregó con una sonrisa: "Si no, puedo cumplir".Es muy poco probable que el Dolphin o cualquier otra marca de autos chinos estén disponibles en Estados Unidos pronto. Debido a los altos aranceles, los fabricantes de autos chinos no han intentado establecer concesionarios ni obtener la aprobación de los reguladores federales para vender en Estados Unidos. (BYD fabrica autobuses eléctricos en California). Y alguien que compre un BYD de un concesionario mexicano como Alegría tendría dificultades para registrarlo y asegurarlo en Estados Unidos porque los autos no han demostrado que cumplen con las normas de seguridad...

Pero en los próximos años puede ser difícil explicar a los consumidores en Estados Unidos por qué no se les permite comprar vehículos eléctricos baratos que están fácilmente disponibles al otro lado de la frontera, especialmente si se fabrican en México, que ya fabrica millones de autos para Estados Unidos. Hace menos de 20 años, los autos chinos eran vistos ampliamente como inferiores, incluso por muchos conductores chinos. Pero en los últimos años, los fabricantes del país han igualado a los rivales extranjeros en calidad mecánica, dicen los analistas, y a menudo superan a los fabricantes de autos estadounidenses, japoneses y europeos en tecnología de baterías, conducción autónoma y software de entretenimiento. (Piense en karaoke en el automóvil y pantallas táctiles giratorias)... [L]a industria automotriz no parece haber visto nada parecido a la ola actual de marcas chinas, que han superado rápidamente a las empresas japonesas como los mayores exportadores de automóviles del mundo. Los fabricantes de automóviles chinos han hecho profundas incursiones en países donde tienen producción local o enfrentan pocas barreras comerciales significativas. En Brasil, las marcas chinas tienen una participación del 9 por ciento de las ventas de automóviles, frente al 1 por ciento en 2019. En Tailandia, tienen el 18 por ciento del mercado, frente al 5 por ciento en 2019, según JATO.

El artículo señala que, en el caso del mayor mercado automovilístico del mundo (China), General Motors acaba de anunciar "un recorte de más de 5.000 millones de dólares en sus beneficios " para reestructurar las operaciones en China, que han estado perdiendo dinero en los últimos años. Y el artículo incluye esta cita de Felipe Muñoz, analista global de la firma de investigación JATO Dynamics:

"Antes de la pandemia, las reglas las establecían los fabricantes de automóviles occidentales. Ahora es lo contrario".