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Si pensaba que Fedora sólo estaba disponible como escritorio GNOME, le encantará saber que también hay una versión KDE Plasma que es mucho más sencilla para aquellos nuevos en Linux.

Si analizaras mi historial con Linux, descubrirías que los escritorios basados ​​en GNOME han dominado. Desde GNOME 1.x hasta la versión actual, Pop!_OS (que pronto dejará de estar basado en GNOME), Linux Mint y tantos otros, siempre he disfrutado de GNOME. El escritorio limpio y minimalista nunca deja de estar en mi camino cuando escribo, estoy en redes sociales, compro, recopilo información o hago prácticamente cualquier cosa en una PC.

Sin embargo, eso no significa que no pueda apreciar otros escritorios. Uno de ellos, al que siempre he tenido un gran respeto, es KDE Plasma. No solo es hermoso, sino que también es muy funcional y ofrece una de las curvas de aprendizaje más suaves de todos los escritorios Linux. Además, Fedora KDE lo muestra para que todos lo vean, lo usen y lo amen.

Encontrará la cantidad justa de transparencia en el escritorio KDE Plasma.

Ha pasado un tiempo desde que probé Fedora KDE. Desde la última vez que exploré la distribución, Fedora se ha convertido en uno de los sistemas operativos de escritorio con mayor rendimiento del mercado. Cuando ves a Fedora en funcionamiento, puedes pensar que se trata de una distribución Linux liviana orientada a hardware más antiguo... así de bien funciona. Cuando combinas eso con KDE Plasma, estás de enhorabuena.

KDE Plasma también ha evolucionado hasta convertirse en un entorno de escritorio que está a la altura de cualquier otro. KDE Plasma no es solo una cara bonita, sino que es capaz de sorprenderte con su velocidad, fiabilidad y facilidad de uso.

Sabía en qué me estaba metiendo cuando instalé Fedora KDE como máquina virtual en mi System76 Thelio. Le di los 3 GB de RAM habituales, dos CPU y aproximadamente 100 GB de almacenamiento.

Aunque no parezca gran cosa, te sorprendería saber lo bien que funciona esta distribución de escritorio gracias a Fedora y KDE Plasma, una combinación absolutamente estelar. Me impresionó tanto que pensé por un momento: "Este podría ser fácilmente mi escritorio del futuro".

Incluso el tema oscuro listo para usar me hizo asentir con la cabeza en señal de agradecimiento... y en general no me gustan los temas oscuros.

¿Qué hay "en la caja"?

En primer lugar, Fedora KDE 41 se entrega con KDE Plasma 6.2, que incluye las siguientes mejoras:

• Configuración y calibración de la tableta de dibujo integrada en la aplicación Configuración del sistema
• Gestión de color mejorada
• Mejor brillo y manejo de perfiles HDR e ICC para el protocolo Wayland
• Mapeo de tonos integrado en el compositor KWin
• Rendimiento HDR más rápido
• Mejoras de accesibilidad, como la función "Teclas especiales" que permite a los usuarios con destreza o movilidad limitadas utilizar atajos de teclado con mayor facilidad
• La adición de filtros de corrección del daltonismo
• Las habituales correcciones de errores y mejoras de rendimiento.

KDE Plasma no fue la única pieza del rompecabezas que recibió atención, ya que también encontrará un nuevo demonio de perfiles de energía, que le brinda más opciones para ajustar el consumo de energía de su computadora de escritorio o portátil. También hay una compatibilidad más amplia con la cámara de la computadora portátil.

Lo que realmente me gusta de Fedora KDE

Si has leído mis artículos durante bastante tiempo, sabrás que me gustan los escritorios bonitos. Dado el tiempo que paso escribiendo, no quiero interactuar con una interfaz aburrida y sin inspiración, y KDE Plasma está muy lejos de eso.

Incluso sin un solo ajuste, la versión de KDE Plasma en esta distribución es sorprendente. Obtienes la cantidad justa de transparencia, una gran cantidad de efectos y comportamientos disponibles para modificar, y puedes cambiar fácilmente el tema, el estilo y el color con la ayuda de la sección Colores y temas de Configuración del sistema.

Puedes personalizar KDE Plasma a tu gusto.

Lo que más me sorprende de Fedora KDE es su aspecto pulido y profesional. Aunque prefiero modificar mis escritorios para que se adapten perfectamente a mi estilo personal, el aspecto original de Fedora KDE es hermoso.

No dejes que su belleza te engañe; Fedora KDE es un sistema de alto rendimiento que no se inmutará ante nada que le lances. Incluso con los recursos mínimos que le di a la máquina virtual que alojaba Fedora KDE, funcionó como si tuviera el doble de RAM y el doble de CPU.

Todas las aplicaciones preinstaladas (de las cuales hay muchas) se abrieron casi instantáneamente, las actualizaciones se completaron mucho más rápido de lo esperado y la instalación de las aplicaciones fue rápida.

Hablando de eso, dentro de la tienda de aplicaciones Discover de Plasma, encontrarás soporte integrado tanto para RPM como para Flatpak, lo que significa que, muy a menudo, puedes elegir entre instalar desde los repositorios de Fedora o Flathub. De cualquier manera, verás que la instalación de aplicaciones es rápida.

Encontrarás toneladas de aplicaciones para instalar desde la tienda de aplicaciones KDE Plasma Discover.

Lo que no me gustó de Fedora KDE

Para ser sincero, no encuentro nada que no me guste de esta distribución. Si hay algo que me hizo encogerme de hombros, fue el requisito de reinicio para las actualizaciones del sistema. Esto ha sido parte de Fedora desde hace algún tiempo, por lo que se ha convertido en una práctica aceptable. Si fuera por mí, eso solo sucedería para las actualizaciones del kernel, pero estoy seguro de que los desarrolladores tienen sus razones.

Aparte de eso, mi impresión de Fedora KDE es la de un escritorio brillante que cualquiera podría usar. Es hermoso, fácil de usar, flexible y potente.

¿Qué más quieres de un sistema operativo de escritorio?

Si he despertado su interés, descargue una ISO de Fedora KDE, cree una unidad USB de arranque (con programas como uNetBootin) e instálela.