¿Alguna vez se ha encontrado con situaciones en las que una aplicación dominaba todo el ancho de banda de su red? Si alguna vez ha estado en una situación en la que una aplicación consumió todo su tráfico, entonces valorará el papel de la aplicación moldeadora de ancho de banda de Trickle.
Ya sea que sea un administrador del sistema o simplemente un usuario de Linux, puede aprender a controlar las velocidades de carga y descarga de las aplicaciones para asegurarse de que una sola aplicación no consuma el ancho de banda de su red.
¿Qué es Trickle?
Trickle es una herramienta de modelado del ancho de banda de la red que nos permite administrar las velocidades de carga y descarga de las aplicaciones para evitar que cualquiera de ellas acapare todo (o parte) del ancho de banda disponible.
En pocas palabras, el Trickle le permite controlar la tasa de tráfico de la red por aplicación, a diferencia del control por usuario, que es el ejemplo clásico de configuración del ancho de banda en un entorno cliente-servidor, y es probablemente la configuración que estamos más familiarizadas
¿Cómo funciona el Trickle?
Además, un Trickle puede ayudarnos a definir prioridades por aplicación, de modo que cuando se hayan establecido límites generales para todo el sistema, las aplicaciones prioritarias aún obtendrán más ancho de banda automáticamente.
Para llevar a cabo esta tarea, el Trickle establece límites de tráfico en la forma en que los datos se envían y reciben de los sockets que utilizan conexiones TCP. Debemos tener en cuenta que, más allá de las tasas de transferencia de datos, el Trickle no modifica en ningún momento el comportamiento del proceso que está configurando.
¿Qué no se puede hacer Trickle?
La única limitación, por así decirlo, es que el Trickle no funcionará con aplicaciones vinculadas estáticamente o binarios con los bits SUID o SGID configurados, ya que utiliza vinculación y carga dinámicas para colocarse entre el proceso moldeado y su socket de red asociado. Trickle luego actúa como un proxy entre estos dos componentes de software.
Dado que Trickle no requiere privilegios de superusuario para ejecutarse, los usuarios pueden establecer sus propios límites de tráfico. Dado que esto puede no ser deseable, exploraremos cómo establecer límites generales que los usuarios del sistema no pueden exceder. En otras palabras, los usuarios aún podrán administrar sus tasas de tráfico, pero siempre dentro de los límites establecidos por el administrador del sistema.